Hablando Lenguaje de Perfume

Las marcas de nicho ofrecen muchas líneas interesantes con visiones distintivas y mezclas excepcionales, pero una gran parte de la llamada perfumería artesanal es aburrida y cara, y el lugar de distribución, en lugar del jugo, determina el número de ceros en la etiqueta. Ser un amante de los perfumes que ofrece igualdad de oportunidades no solo te expone a más marcas, también te ayuda a descubrir gemas ocultas y a divertirte más.
¿Qué hace que uno sea un amante de los perfumes? ¿Tener una colección que avergüence al mostrador de fragancias de Saks Fifth Avenue? ¿Conoce los detalles minuciosos de la biografía de Serge Lutens? ¿Hablando de ingredientes de fragancias con una obsesión que rivaliza con la de un chef con estrella Michelin? ¿Usando nada más que las marcas más exclusivas y caras? No, no y no. Un amante de los perfumes, o un perfumista, es alguien que ama los aromas.
Como todos los pasatiempos, las fragancias se pueden tratar de la manera esotérica y apasionada que desees, pero lo que siempre me ha parecido especial en esta búsqueda es su variedad infinita. Nuestras paletas olfativas están determinadas por numerosos factores, incluidos los recuerdos de la primera infancia, las preferencias idiosincrásicas y las particularidades de nuestra nariz. Es un hecho que todos experimentamos los aromas de manera ligeramente diferente, según una combinación de sensibilidades individuales y anosmias. Incluso los profesionales de la industria del perfume, cuyas narices están bien afiladas para distinguir diferentes ingredientes, no pueden evitar las peculiaridades olfativas, ya sea que signifique no poder oler algunos tipos de almizcle o ámbar amaderado. La riqueza de las interpretaciones individuales de los olores comunes es lo que da a la perfumería su riqueza y belleza.
Cuando empiezas a explorar los aromas, la cantidad de información y las opciones pueden parecer abrumadoras, y con todo el mundo hablando de Mitsouko y Serge Lutens, cuando todo lo que has probado es una selección de los grandes almacenes locales, es posible que sientas la necesidad de captar arriba. De vez en cuando, veo comentarios en los que los novatos amantes de los perfumes se disculpan por gustarle ciertas fragancias de los grandes almacenes o por no disfrutar de los clásicos, y mi respuesta es la misma: “¡Y qué!”
“No hay una fórmula establecida, no hay ciertas cosas que ‘te gusten’, es tu viaje después de todo”, escribió mi lectora Sofie recientemente. “Y también es su billetera, por lo que también podría gastar el dinero en cosas que realmente disfruta”. Estas son palabras sabias y un buen recordatorio de que el precio y la marca no determinan nada.
Finalmente, al final del día, es solo un perfume. Se trata de placer y belleza. Deje que su nariz, y no las narices u opiniones de los demás, sea la guía definitiva en sus perfumadas aventuras.